Los accidentes viales matan a más de 5.000 personas cada año en todo el Perú. Son la principal causa de muerte hasta los 45 años y la principal causa de muerte prematura prevenible durante la mayor parte de nuestras vidas.
La fundación Noah y la APSSOMA tiene un largo historial de campañas exitosas sobre temas que salvan vidas y reducen lesiones. Pero, como organización benéfica, no podríamos haberlo hecho sin la ayuda, financiera y de otro tipo, de quienes apoyan nuestra misión.
Su donación podría ayudarnos a proporcionar recursos para salvar vidas, o información y asesoramiento para prevenir accidentes en el hogar, en la carretera, en el trabajo o en el tiempo libre. Podría permitirnos presionar para lograr cambios legislativos y brindar capacitación en seguridad.
Donar a la APSSOMA puede ayudar a evitar que otra vida se vea trágicamente truncada por un accidente vial que nunca debería haber sucedido.
Si desea recaudar fondos para nosotros, contáctenos en fundaciónnoah@apssoma.org
Algunas personas piensan que los accidentes son solo una de esas cosas que suceden. Los atribuyen a la mala suerte, el destino o la superstición.
Y a veces, especialmente cuando sucede algo realmente terrible, esta puede ser una forma reconfortante de ver el mundo.
El problema es que simplemente no es cierto.
Durante 05 años hemos trabajado con hogares y empresas de todo el Perú para salvar vidas y evitar que las personas resulten heridas. Desde la introducción de los cinturones de seguridad hasta la campaña para dejar de conducir bajo los efectos del alcohol y la concienciación sobre los peligros en el entorno laboral, la lección que hemos aprendido es clara: los accidentes no tienen por qué suceder.
No estamos diciendo que sea fácil. Si lo fuera, entonces cientos de miles de personas no verían sus vidas devastadas por accidentes cada año. Pero la verdad es que se puede hacer. De hecho, personas como tu o algún familiar o amigo deben su vida a seguir un simple consejo.
Todos tenemos el poder de proteger a nuestros seres queridos y a nosotros mismos. Los accidentes realmente no tienen por qué suceder. ¡Al cuidarnos unos a otros y compartir nuestras historias, consejos y experiencias, podemos asegurarnos de que todos tengamos la oportunidad de vivir nuestras vidas al máximo!
Con tantas distrácciones en nuestras vidas hoy en día (teléfonos móviles, tabletas, otros) es fácil perder la noción del mundo que nos rodea. Lamentablemente, esto puede significar que no nos damos cuenta de que estamos en peligro hasta que sea demasiado tarde. Al sintonizarnos con nuestro entorno, especialmente en lugares peligrosos como cerca de carreteras, en la cocina o junto al agua, ¡tenemos más posibilidades de sobrevivir!
Cuando se trata de accidentes graves, los niños pequeños son particularmente vulnerables, ya que a menudo no han desarrollado las habilidades para cuidarse adecuadamente. Todos sabemos que los golpes, magulladuras y rasguños forman parte del proceso de crecimiento, y los niños ciertamente no deberían ser "envueltos en algodón". Sin embargo, debemos tener especial cuidado para vigilar de cerca a nuestros niños, especialmente en situaciones potencialmente mortales. Después de todo, solo se necesita un segundo para que una situación cotidiana salga terriblemente mal.
¿Cuántas veces en tu propia vida has dado un suspiro de alivio cuando algo malo casi sucedió ... pero no fue así? De hecho, los expertos han calculado que por cada 600 cuasi accidentes, hay un accidente grave. Sin embargo, si bien es cierto que la mayoría de las veces nos "salimos con la nuestra", es la única vez que no lo hacemos y podemos terminar arrepintiéndonos por el resto de nuestras vidas. No corras el riesgo. Si tiene una falla cercana, aprenda la lección. Tome medidas para asegurarse de que no vuelva a suceder. La próxima vez puede que las cosas no salgan tan bien.
En términos generales, las empresas son cada vez más eficaces para mantener la seguridad de sus trabajadores. De hecho, gracias al arduo trabajo de muchas organizaciones, incluida la APSSOMA, los accidentes viales y laborales en todo el mundo han disminuido de manera constante y significativa. La buena noticia es que estas lecciones no solo se aplican a los lugares de trabajo. Muchos de los consejos son igualmente útiles en el hogar o fuera de ella. Todos podemos aprender de sus decadas de experiencia para ayudar a nuestras familias a mantenerse vivas y saludables.
Una de nuestras mejores herramientas en la batalla contra accidentes innecesarios es compartir nuestras experiencias con los demás. Recuerde, no existe el sentido comun. Solo tenemos el conocimiento que tenemos porque lo hemos aprendido de otros a lo largo del camino. Brinde a otros ese don de conocimiento compartiendo sus historias de accidentes y cuasi accidentes. ¡Podrías salvar una vida!
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